¿Qué son los criterios ESG y por qué son importantes para las empresas?

¿Qué son los criterios ESG y por qué son importantes para las empresas?

Hacen referencia a los factores ambientales, sociales y de gobernanza que permiten evaluar el comportamiento sostenible y ético.

Carlos López MartínCarlos López Martín

Los criterios ESG —siglas de Environmental, Social and Governance— hacen referencia a los factores ambientales, sociales y de gobernanza que permiten evaluar el comportamiento sostenible y ético de una empresa. Más allá del rendimiento financiero tradicional, los criterios ESG ayudan a medir el impacto que una organización tiene en el entorno en el que opera y cómo gestiona su responsabilidad con la sociedad.

En un contexto donde la sostenibilidad se ha convertido en un valor central para consumidores, inversores, reguladores y empleados, incorporar estos criterios es cada vez más esencial. No se trata solo de cumplir con la normativa o mejorar la reputación corporativa; es una cuestión de competitividad, adaptación al riesgo y creación de valor a largo plazo.

Ventajas estratégicas de los criterios ESG

Adoptar un enfoque ESG no solo responde a una demanda ética o regulatoria, sino que ofrece beneficios concretos y medibles para las empresas. Uno de los principales es el acceso preferente a financiación sostenible, ya que muchos fondos de inversión priorizan empresas con buenas prácticas ESG. De hecho, los inversores institucionales y bancarios exigen cada vez más informes ESG para evaluar la viabilidad y el perfil de riesgo de las organizaciones.

Otro beneficio relevante es la mejora en la gestión de riesgos. Las empresas que aplican estos criterios están mejor preparadas para anticipar crisis, adaptarse a nuevas normativas y proteger su reputación. Desde una perspectiva operativa, también se traducen en mayor eficiencia energética, fidelización del talento y fortalecimiento de relaciones con stakeholders clave.

Además, el cumplimiento con estándares ESG puede abrir nuevas oportunidades de negocio, al posicionar a la empresa como un socio fiable, innovador y alineado con los valores de sostenibilidad que cada vez más exigen los consumidores y clientes institucionales.

¿Cómo se aplican los criterios ESG en las empresas?

La aplicación de los criterios ESG varía según el tamaño, sector y madurez de la empresa, pero suele implicar un proceso transversal que involucra a todas las áreas. En la dimensión ambiental, se analizan aspectos como la huella de carbono, la eficiencia energética, la gestión del agua y los residuos, o el impacto sobre la biodiversidad. En el plano social, se incluyen temas como condiciones laborales, igualdad de oportunidades, diversidad, salud y seguridad en el trabajo, así como la relación con las comunidades locales.

La gobernanza abarca la estructura de liderazgo, los mecanismos de control interno, la ética empresarial, la transparencia fiscal y la lucha contra la corrupción. Las empresas deben evaluar cómo toman decisiones, cómo gestionan sus riesgos y si sus políticas reflejan principios éticos sólidos.

La clave está en integrar estos criterios en la cultura organizacional y en los procesos de toma de decisiones estratégicas. No basta con tener buenas intenciones; es necesario establecer métricas, objetivos concretos y mecanismos de seguimiento.

Diagnóstico inicial y evaluación ESG

Antes de aplicar cualquier medida, es fundamental realizar un diagnóstico que permita conocer el punto de partida de la organización. Este análisis puede incluir una autoevaluación interna o un estudio externo realizado por expertos en sostenibilidad. El objetivo es identificar fortalezas, debilidades, riesgos y oportunidades en cada una de las dimensiones ESG.

Existen herramientas y marcos reconocidos internacionalmente para esta evaluación, como el SASB (Sustainability Accounting Standards Board), el GRI (Global Reporting Initiative) o los estándares ESRS mencionados en la normativa europea. También es recomendable realizar un análisis de materialidad, que ayuda a priorizar los aspectos más relevantes en función del impacto de la empresa y del interés de sus grupos de interés.

Esta fase de diagnóstico no solo proporciona información clave, también facilita la definición de objetivos realistas y medibles.

Integración en la estrategia corporativa

Una vez realizado el diagnóstico, el siguiente paso es integrar los criterios ESG en la estrategia empresarial de forma estructurada. Esto implica incorporar objetivos de sostenibilidad en los planes de negocio, asignar recursos específicos y establecer una gobernanza adecuada que supervise su ejecución.

La alta dirección debe asumir un rol activo, garantizando que los valores ESG estén presentes en todas las decisiones corporativas, desde la selección de proveedores hasta el diseño de productos o servicios. La sostenibilidad no debe ser un área aislada, sino un eje transversal de la estrategia de crecimiento y resiliencia.

También es recomendable establecer políticas formales, como códigos de conducta, planes de igualdad, protocolos ambientales o programas de formación interna, que refuercen el compromiso con los principios ESG.

Informes y transparencia

Uno de los pilares fundamentales de los criterios ESG es la transparencia. Las empresas deben comunicar de forma clara, coherente y regular sus avances en sostenibilidad, tanto a inversores como a clientes, trabajadores y sociedad en general. Es habitual publicar informes ESG o de sostenibilidad, siguiendo marcos reconocidos como el GRI o los nuevos estándares europeos.

Estos informes deben incluir indicadores clave de desempeño (KPIs), metas, políticas aplicadas y resultados obtenidos. Además, en muchos casos se requiere una verificación externa que garantice la veracidad de la información publicada.

La transparencia no solo fortalece la reputación de la empresa, también permite detectar áreas de mejora, alinear expectativas con los grupos de interés y prepararse para futuras exigencias regulatorias, como la CSRD.

¿Cómo empezar a implementar los criterios ESG?

Iniciar el camino hacia una gestión empresarial basada en criterios ESG requiere planificación, compromiso y liderazgo. Estos son algunos pasos clave para empezar:

  • Compromiso de la dirección: El liderazgo debe adoptar un enfoque proactivo y alineado con la sostenibilidad.
  • Evaluación inicial: Realizar un diagnóstico ESG para identificar el punto de partida y las prioridades.
  • Definición de objetivos: Establecer metas claras, alcanzables y medibles en cada dimensión (E, S y G).
  • Creación de un equipo responsable: Designar un comité o área de sostenibilidad que coordine e impulse las acciones.
  • Formación y sensibilización: Involucrar a toda la organización mediante capacitación y comunicación interna.
  • Integración en procesos y políticas: Incorporar los criterios ESG en la gestión diaria de la empresa.
  • Seguimiento y mejora continua: Evaluar los avances de forma periódica y ajustar la estrategia según resultados.

Hacia una empresa más responsable, rentable y resiliente

Los criterios ESG han dejado de ser una opción, se han consolidado como una herramienta esencial para construir organizaciones sólidas, fiables y con futuro. Su correcta aplicación no solo mejora la sostenibilidad ambiental y el impacto social de las empresas, también fortalece su capacidad de adaptación, innovación y rentabilidad a largo plazo.

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